La idea de apoyar a la juventud surgió en 1985, año que tuvo dos peculiaridades: la primera el temblor del 19 de septiembre y la segunda, que ese año fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas como el Año Internacional de la Juventud. En ese momento, un grupo de empresarios liderados por el C.P. Carlos Machorro Camarena, se unieron para dar vida a la Fundación Empresarial de Apoyo a la Juventud Mexicana que en septiembre de 1988 cambió la razón social por el de Fundación Apoyo a la Juventud I.A.P.

Para 1988, la Fundación comenzó a buscar alguna institución educativa para dar origen a la Presea Ing. Bernardo Quintana Arrioja; logrando en 1989 otorgar por primera vez este reconocimiento, en el Instituto Politécnico Nacional; primera institución educativa que participó en la entrega de la misa; posteriormente se unieron la Universidad Nacional Autónoma de México y el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, este último a nivel nacional.

Desde entonces, la Presea se ha constituido como el medio para detectar jóvenes que por méritos destaquen en Excelencia Académica, Servicio, Patriotismo, Liderazgo y Valor. Logrando canalizar, potencializar sus cualidades y favorecer su desarrollo integral para lograr que la alianza entre empresas, sociedad civil e instituciones educativas, siga contribuyendo a formar un México mejor.